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Mujer salud y libertad
Al nacer caen sobre nosotras una serie de expectativas y mandatos que van moldeando nuestra experiencia corporal como mujeres. Aprendemos que calladitas somos más bonitas y que ser bonitas es la meta, que para eso debemos sentarnos con las piernas cerradas y no ocupar mucho espacio. Que los hombres tienen pene y nosotras tenemos “ahí abajo”, “colita”, “florecita”, o en el mejor de los casos la incorrecta denominación de “vagina” para referirse a la vulva.
Es decir, no tenemos ni siquiera las palabras para nombrar nuestro cuerpo. Ahí abajo no se toca, no se ve, no se nombra. Se con vergüenza, con culpa, con miedo. Y cuando empezamos a sangrar, con asco.
Más de la mitad de la población mundial menstrúa, ha menstruado o menstruará y sin embargo es una experiencia que se oculta, se vive en silencio, con asco y vergüenza. Nos han dicho que es una expulsión de deshechos, una enfermedad, una condición de impureza, de desbordamiento emocional, de debilidad. Y si nos sentimos mal, nos enojamos, gritamos y no nos ajustamos a una racionalidad fría y contenida entonces estamos “en nuestros días”, “hormonales”, “locas” o cualquier calificativo que sirva para ver en nuestros cuerpos la justificación de la subordinación, que nuestros cuerpos son para la reproducción, crianza, cuidado y placer de los otros, ¿Qué pasaría si un día decimos basta, no más trabajo, cuidados, crianza, contención, no más mi cuerpo para los demás? La economía mundial se vendría abajo y con ella el mundo como lo conocemos.
Las cosas tendrían que cambiar, alguien tendría que hacer el trabajo que nosotras dejemos de hacer. Ese trabajo no reconocido, no pagado, es el que sostiene el 40% de la economía mundial, el que permite que los hombres dediquen su tiempo a descansar o a hacer cosas que les generen bienestar. Ese trabajo no reconocido ni pagado deja estragos en la salud de las mujeres, quienes sufren, por ejemplo, más desnutrición que los varones, siendo ellas quienes se encargan prioritariamente de cocinar y alimentar a los demás. ¿Qué pasaría si dedicáramos al auto cuidado, a conocer nuestro cuerpo, a darnos placer?
Cuando hablamos del potencial revolucionario del autoconocimiento y el autocuidado, sabemos que encerrarse en un cuarto propio a mirarnos la vulva por una hora es un privilegio, como dice Erika Irusta: "descansar es de ricas", pero queremos que deje de serlo.
Audre Lorde, poeta, negra, lesbiana y feminista lo dijo muy bien: “cuidarme no es autoindulgencia, es autopreservación, es un acto de batalla política”.
En un mundo en el que se exige que seamos seres para los demás, ser para nosotras mismas es un acto político, pero nadie va a venir a darnos el tiempo para descansar, para autoexplorarnos y conocer nuestro ciclo, debemos luchar por él, tomarlo, ocuparlo.
Algunas de nosotras, gracias al trabajo y cuidados que recibimos de otras mujeres (nuestras madres o cuidadoras) tenemos ese privilegio, podemos disponer de un cuarto propio y de tiempo para nosotras, pero no es suficiente, necesitamos que sea posible para todas. Por un mundo en el que todas podamos descansar, poner un espejo entre nuestras piernas, auto explorar nuestro cuerpo, conocernos y cuidarnos.
“Mi cuerpo es mío”, y agregamos: por tanto lo conozco, entiendo sus ritmos, su lenguaje que es el mío pero en otra clave, porque mi cuerpo soy yo, no somos dos entes separados. Soy yo quien mejor puede conocer lo que pasa en mí, hacerme cargo de mi salud y recuperar la autoridad sobre mi propio cuerpo.
Tus hormonas tienen muchos efectos diferentes, desde hacerte sentir con ganas de conversar o de estar callada, energética o cansada, animada o decaída...
Una idea simple y general de cómo impactan en ti las hormonas a lo largo del ciclo menstrual es que aproximadamente las dos primeras semanas desde que comienzas el ciclo, desde el primer día de sangrado hasta la ovulación El estrógeno empieza a elevarse y te da una energía hacia fuera, En general tiendes a estar más extrovertida, con ganas de conversar, sociable, osada, aventurera, curiosa, asistes a eventos, deseas aprender sobre nuevos temas.
En la segunda mitad de tu ciclo, que comprende las dos semanas desde la ovulación hasta el sangrado, la progesterona te da una energía introspectiva, tiendes a estar más introvertida, callada, cauta, interesada en examinar tus propios pensamientos, creencias y experiencias. Estás más hogareña y prefieres conectar en un nivel más profundo con amistades cercanas, familia y pareja. Las actividades que emprendes en esta fase tienden a ser aquellas que nutren a tu yo interior, como escribir, tocar música o leer..
Ahora, éstas sólo son tendencias generales. Pueden estar afectadas por medicamentos, un nuevo trabajo, un nuevo romance, el final de un viejo romance, estrés u otras cosas que frecuentemente tienen un gran impacto en tu estado de ánimo y/o energía. Si lo observas, comenzarás a entender como funciona tu ciclo.
En cuanto a la definición y origen, suele convenirse que la ginecología autogestiva, o self help como la llama Leonor Taboada en su manual introductorio
es el movimiento del autoconocimiento al que nosotras nos remitimos, que es aquel que reconoce su origen en el intenso intercambio ocurrido tras la publicación del Boston women´s health book collective (mejor conocido como Nuestros cuerpos, nuestras vidas, en los años 70.
Hablar de ginecología autogestiva implica hablar de un movimiento político y pedagógico que, entre otras cosas, hace hincapié en la importancia del autoconocimiento a través de estrategias variadas, como podrían ser la observación del ciclo menstrual, de la fertilidad, del funcionamiento y uso de los anticonceptivos, entre otras prácticas. El extremo de la madeja, señalado en casi todos los manuales disponibles, implica voltear a mirarse la vulva, tomar un espéculo y recorrer los intersticios que no conocemos y que culturalmente nos han sido vedados a lo largo de la historia. Pero ése es apenas el inicio del recorrido.
Nombrar vulva
Nadie va a venir a darnos el derecho a nuestro cuerpo, lo tenemos que tomar. La propuesta es recuperar el poder sobre nuestros propios cuerpos a partir de pequeñas acciones cotidianas que son grandes batallas.
Si nos enseñaron a no vernos ni tocarnos, tomemos un espejo, veámonos, toquémonos, desde el gozo y la exploración placentera y no desde el temor y la culpa.
Si nos enseñaron a no nombrarnos, pongamos palabras en nuestra piel, “ahí abajo” se llama VULVA.
Aprendamos a gestionar nuestra fertilidad con el método anticonceptivo que mejor se ajuste a nuestras necesidades, exijamos la participación de nuestras parejas en esta tarea, informémonos sobre los lugares para abortar de manera segura.
Si nos enseñaron que calladitas somos más bonitas y que no debemos ocupar mucho espacio, entonces gritemos, ocupemos el mayor espacio posible. Si hacemos todo esto en colectivo, nuestra voz se escuchará más fuerte y ocuparemos mucho más espacio.
Creemos que estas pequeñas batallas van recuperando el terreno que nos fue despojado en nuestra propia piel y que juntas podemos luchar mejor para transformar no sólo las leyes, sino nuestro mundo y el que le dejemos a quienes vienen detrás de nosotras.
AUTOOBSERVACIÓN
AUTOEXPLORACIÓN
AUTOCONOCIMIENTO
AUTOGESTIÓN DEL PLACER
El clítoris extiende sus alas
No es un botón es un iceberg
TRANSTORNOS, MOLESTIAS, SÍNTOMAS
-¿Cómo actuar para influir positivamente en nuestro estado de salud?
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Alimentación
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Ejercicio
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Autocuidados
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Las infecciones tienen síntomas y signos propios que se pueden aprender y remedios naturales que podemos aprender a usar:
Triada diosas: Reguladora del ciclo, menstruación, síndrome premenstrual.
Artemisa, melisa y salvia
Triada diurética: Cistitis
Gayuba, estigmas de maíz, abedul.
Aceites esenciales: Irritación, sequedad, lesiones
Caléndula
Árbol del te
Lavanda
Hipérico
Lavados vaginales: vinagre
Manzanilla que es fuertemente antiinflamatoria
limón y sal
Ajo
Yogurt (prebiótico natural)
Candidiasis vulvovaginal:
Es una molestia muy común que puede deberse a la toma de antibióticos, ropas no transpirables muy apretadas (como calzones y leggins) ingesta elevada de azucares refinados, …
Se caracteriza por picor en la vagina que se extiende hacia la vulva, enrojecimiento de la zona que se muestra caliente y un flujo abundante grumoso, como leche cortada.
El cándida albicans es un hongo saprófito (que parasita pero aporta beneficios, en este caso impedir el paso a patógenos más graves) que vive en la vagina, puede crecer desmesuradamente y convertirse en una molestia.
Como todos los hongos es muy básico, contrarrestaremos acidificando la vagina, con limón o vinagre natural, haciendo irrigaciones con una jeringuilla gordita, tres noches dos veces al día, la última noche cortaremos el tubito de arriba y cargaremos con yogurt natural que mantendremos toda la noche (usar una toalla sanitaria par no manchar la cama) Esto es MUY importante para restablecer la flora vaginal que ha quedado tan limpia que ya no hará de barrera, que es su misión.
Menopausia y climaterio: Tratamiento sintomático si es necesario
â—† Buscar hierbas relajantes para el insomnio y la irritabilidad.
• Vit. E: En la parte verde de los vegetales, polen, maní, maíz, soja, marañón, coco, espinacas, col, aguacate…
•Cuando hay una deficiencia de ella, la producción de HSF y la LH aumentan( causa de sofocos y otros signos) regula la producción de estas hormonas sexuales, e impide su destrucción.
·Vit B: comprende una veintena de vitaminas para el crecimiento, los nervios, los ojos, la piel y las mucosas.
- B1 y B3: útil y caso de dolor de cabeza
- B2: en los pruritos vulvares
- B6: en los calambres
- B9 o ácido fólico: en la formación de los estrógenos.
Se encuentra en : almendras, carne de res, pollo, hígado, frijoles, marañón…
•Vit. F: este nombre agrupa a tres ácidos esenciales (omega 3, 6 y 9) intervienen en la síntesis de las grasas. Su carencia produce dermatosis, problemas circulatorios, hepáticos, nerviosos y predispone al cáncer. Se encuentra en los huevos y pescados, col, pipas de calabaza, almendras…
•Vit. D y Calcio: ambos para prevenir la osteoporosis. Las oleadas de calor pueden darse por una falta de calcio.
•Se encuentra Ca: en los productos lácteos, almendras, ajonjolí, mariscos, lentejas, soja, garbanzos …
Se encuentra Vit. D: en el hígado, mantequilla, yema de huevo, marañón y se sintetiza en la piel por medio de la radiación UV del sol.
Vit. C antioxidante, ayuda a fabricar el colágeno, interviene en el mantenimiento de los huesos, vasos sanguíneos y dientes, antibacteriano y desintoxicante.
Se encuentra: en los cítricos, chiltoma, espinacas, piña, mango.
FÓSFORO : interviene en la formación de los tejidos, entre éstos el óseo, en la producción de hormonas y en la absorción del Ca. Es un elemento capital en la energía nerviosa, intelectual y sexual. Se encuentra: en los cereales, ajo, apio, zanahoria, ajonjolí, marañón, almendras y pescado.
HIERRO: constituyente indispensable de la hemoglobina de la sangre, que interviene en la oxidación de los tejidos y en la anemia. Solo se absorbe en presencia de Cobre (en frutos frescos y verduras verdes) y Vit. C.
Se encuentra: en el perejil, espinacas, huevos, remolacha roja, frijoles, carnes rojas, higado y vísceras ...
MAGNESIO necesario para la absorción del Ca, regenerador celular, equilibrante psíquico y del sistema vago simpático (que es el que interviene en los sofocos) drenador hepático y combate el envejecimiento.
Se encuentra: en la soja, granos enteros (como el trigo, el maíz, la avena, el arroz o la cebada) sal marina, huevos, limón, marañón.
•ZINC Se encuentra en la carne roja, huevos, mariscos, legumbres, frutos secos (maní y pipas de girasol)
•PROGESTERONA NATURAL: Se encuentra: en las verduras frescas de toda clase (unas 500 plantas fabrican esteroles con actividad progesterónica), como:
ANÍS que contiene sustancias estrogénicas y progestogénicas activas).
AGUACATE: promueve la producción de progesterona y reduce la absorción de estrógenos.
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Eres bella siendo tú
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El amor romántico ha sido y sigue siendo uno de los temas de los que más hablan y escriben feministas del mundo entero. Ya sean africanas, europeas, afroamericanas o latinoamericanas, todas ellas son conscientes de la importancia de romper con los mitos románticos para luchar contra la violencia de género.
«El día que una mujer pueda no amar con su debilidad sino con su fuerza, no escapar de sí misma sino encontrarse, no humillarse sino afirmarse, ese día el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no un peligro mortal».
(Simone de Beauvoir)
«“Por amor” aguantamos insultos, violencia, desprecio. Somos capaces de humillarnos y a la vez de presumir de nuestra intensa capacidad de amar. “Por amor” nos sacrificamos, nos dejamos anular, perdemos nuestra libertad, perdemos nuestras redes sociales y afectivas. “Por amor” abandonamos nuestros sueños y metas, “por amor” competimos con otras mujeres y nos enemistamos para siempre, “por amor” lo dejamos todo… Por eso este “amor” no es amor. Es dependencia, es necesidad, es miedo a la soledad, es masoquismo, es fantasía mitificada, pero no es amor».
(Coral Herrera Gómez)
«El amor ha sido el opio de las mujeres, como la religión el de las masas. Mientras nosotras amábamos, los hombres gobernaban».
(Kate Millet)
«Si las mujeres pudieran contemplar con mayor serenidad la posibilidad de una vida sin pareja, sin sentirse por ello solas o fracasadas, o con una pareja mujer, sin sentirse por ello abyectas y rechazadas, no aguantarían tanto la violencia de los machos».
(Itziar Ziga)
«Es muy común que las mujeres piensen que soportar el maltrato y la crueldad y luego perdonar y olvidar es una muestra de compromiso y amor. Pero cuando amamos bien sabemos que la única respuesta sana y amorosa al abuso es alejarnos de quien nos hace daño».
(Bell Hooks)
Gracias a todas
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